El estadio del espejo hace referencia a un momento psíquico y ontológico de la evolución humana, que logra darse entre los seis y dieciocho primeros meses de vida.
Es a partir de esta imagen de reconocimiento que realiza el niño, que se da un desarrollo mental, pues es por esta vía que el sujeto llega al conocimiento de sí mismo, además crea una relación libidinal con la imagen de su propio cuerpo.
Es necesario comprender que el estadio del espejo es una identificación definida como “la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen, cuya predestinación a este efecto de fase está suficientemente indicada por el uso, en la teoría, del término antiguo imago”.

La función del estadio del espejo se nos revela entonces como un caso particular de la función de la imago, que es establecer, una relación del organismo con su realidad o, como se ha dicho, Innenwelt con el Umwelt.
El estadio del espejo es un drama cuyo decisión interna se lanza de la falta a la anticipación; y que para el sujeto, forja las fantasías que le sucederán desde una imagen separada del cuerpo hasta una forma que llamaremos ortopédica de su totalidad.
Este momento en que termina el estadio del espejo, comienza por la identificación con la imagen del semejante y el drama de los celos principales, la dialéctica que desde entonces liga al yo [je] con situaciones socialmente fabricadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario